Los problemas sexuales pueden ocasionar frustración y vergüenza, así como diversas dificultades emocionales, que afecten la vida en pareja. Y si bien suelen tener un origen psicológico en la mayoría de los casos, se recomienda consultar a un especialista para obtener un diagnóstico y, por consiguiente, el tratamiento adecuado.

La eyaculación precoz sucede cuando el hombre eyacula antes de lo deseado. Esta condición es más común de lo que se piensa, se estima que 1 de cada 3 hombres la padece, y puede llevar a afectar el desempeño sexual.

Si bien es algo que experimentan muchos hombres en algún momento de su vida, no debe ser causa de alarma a menos que suceda con frecuencia en alguno de los siguientes escenarios: gran regularidad se eyacula en menos de un minuto posterior a la penetración, sin lograr retardar mas de ese tiempo la eyaculación.

Aunque en la mayoría de los casos se debe a una causa psicológica, la eyaculación precoz también puede tener su origen en niveles anormales de hormonas o neurotransmisores, así como rasgos hereditarios, inflamación de próstata o uretra. Sin importar cuál sea el caso, una consulta con un especialista ayudará a determinar el tratamiento adecuado.

La disfunción eréctil, conocida más comúnmente como impotencia masculina, es la incapacidad de conseguir una erección o mantenerla con firmeza, imposibilitando el sostener relaciones sexuales. Los problemas de erección son comunes y la mayoría de los hombres suelen experimentarlos cuando menos una vez en la vida, aunque no debe ser señal de alarma a menos que sea algo recurrente.

La impotencia, cuando es persistente, puede indicar la presencia de otro padecimiento, como alguna enfermedad cardiaca, colesterol alto, vasos sanguíneos obstruidos, presión arterial alta, diabetes, entre otros. Para tratar la disfunción eréctil es necesario acudir con un especialista que pueda realizar un diagnóstico adecuado.

Los tratamientos pueden incluir medicamentos, bombas de vacío, aplicación de onda de choque y cirugía