Es una cirugía cuya finalidad es dejar el riñón, uréter y vejiga libre de cálculos. Utiliza equipos endoscópicos y tecnología de punta como el láser holmium.

Se practica introduciendo un endoscopio, que es un tubo de fibra óptica con punta rígida o flexible, una vez que se ha llegado a visualizar el cálculo, estos se comienzan a fragmentar y pulverizar mediante la pulsación del láser. La fragmentación se puede controlar bajo visión directa hasta asegurarse que el cálculo se ha destruido por completo.

Algunos fragmentos pueden ser extraídos a través del mismo endoscopio utilizando instrumentos finos de agarre. En ocasiones es necesario dejar un catéter ureteral “JJ”.

Es un procedimiento mínimamente invasivo, sin heridas.

Tiene mayor porcentaje de éxito (90% de posibilidad) de dejar libre de cálculos el riñón, uréter y vejiga.

Mínima posibilidad de sangrado.

Procedimiento ambulatorio.  El paciente se da de alta el mismo día de la cirugía.

Menor tiempo de incapacidad laboral. Rápidamente volverá a las actividades normales.