La litiasis urinaria o cálculos renales, son depósitos endurecidos de minerales y sales formados en los riñones.

Estos pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias y si se detectan oportunamente, no generan daños permanentes.

La aparición de estas piedras en riñón o vías urinarias puede identificarse por alguno de los siguientes síntomas: dolor y sangrado al orinar, náuseas y vómitos; fiebre y escalofríos; dolor intenso en costados, debajo de costillas o en la parte posterior; dolor intenso que se extiende desde el abdomen hasta ingle. 

Mientras las piedras no obstruyan la vía urinaria, no suelen generar molestias, sin embargo si no se trata, puede desencadenar uno de los peores dolores de su vida.

La formación de una piedra en el riñón puede deberse a diversas causas, aunque la presencia de ciertos factores pueden aumentar el riesgo de padecerlas, tales como antecedentes familiares, deshidratación, obesidad, enfermedades digestivas, o la presencia elevada de calcio, oxalato y ácido úrico.

El tratamiento de los cálculos renales dependerá del tipo de cálculo y su causa, y puede incluir desde beber cantidades específicas de agua para eliminarlas naturalmente, analgésicos, cirugía endoscópica de mínima invasión que no genera heridas y en ocasiones realizándose de forma ambulatoria o con una estancia hospitalaria breve.